Hace unos meses conocíamos a Fátima y nos trasladaba su firme y responsable decisión de aumentar la familia.
Nena fue nuestro nexo de unión. Ella, esa gata tan especial, pronto se adaptó y puso las cosas tan fáciles, hizo que Fátima tuviese claro que quería a dos peludos más en su vida y Don Trufi, era uno de ellos.
Don Trufi, Trufito para los amigos, un gato callejero, amigable, valiente, un superviviente nato que ha demostrado que querer es poder y que los gatos, realmente, tienes 7 o más vidas.
El a su manera demuestra agradecimiento. Él busca hacerse querer pero pasando desapercibido.
Su período de adaptación no fue ni es como el de Nena, pero Fatima tiene claro que tiene todo el tiempo del mundo y su casa es su hogar.
[/fusion_builder_column][fusion_builder_column type=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»no» center_content=»no» min_height=»none»]A esta familia, en la que Lupo juega un papel muy importante, decidió unirse Garoé (antes Tina) y así hacer posible la paridad peluda.
Garoé es la alegría, la locura, la guinda del pastel.
Transmite y contagia todo lo que es: amor, actividad, agradecimiento, glotonería…
Y con estos dos peludos, con Garoé y Trufito, se cierra un circulo en el que Lupo y Nena, verdaderos anfitriones, han puesto tanto de su parte…..que todo ha ido sobre ruedas.
Gracias Fátima por cambiar sus vidas, por darles un hogar responsable y definitivo, por amarles incondicionalmente y por tu generosidad.
Finales felices, muchos, bajo un mismo techo….[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]