El 24 de julio Beltza entraba en nuestras vidas.
De su pasado no queda nada, ni merece la pena recordarlo, salvo que una vez rescatado se inició una maquinaria de ayuda que hizo posible que pudiéramos iniciar un cambio en su vida.
El primer cambio fue poder disfrutar de una casa de acogida, donde le enseñaron límites, limitaciones y también le dieron mucho amor.
Yasmina y Ruyman hicieron de él un perro adoptable, si bien todavía queda un poco de trabajo por hacer que Loly, asume con ganas, ilusión y responsabilidad.
En ocasiones no sabemos que nos deparará el futuro cuando ayudamos a un peludo, su futuro es incierto a la par que seguro. Seguro porque ya no pasará más calamidades. Incierto porque quedan días, semanas, meses, a veces incluso años, en los que esperan familias definitivas.
Beltza, ahora Buddy ha tenido que esperar relativamente poco tiempo, dos escasos meses para que alguien de la isla hermana, de Fuerteventura apostase por él.
Se inicia así una nueva vida, una nueva y deseamos definitiva oportunidad para que jamás le falte lo que nunca debió hacerlo: una familia, un hogar.
Esta oportunidad viene de manos de Loly que con ilusión, nervios y mucho cariño ha decidido formar parte de su vida y cambiarla para siempre.
Gracias a todas las partes implicadas por cerrar, una vez más, el círculo maravilloso de poner un peludo adoptado en la vida de familias maravillosas![/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]