Como Mia, Taylor, buscaba lo que ahora tiene, un HOGAR, una familia donde forma parte de la misma, donde es uno más, donde se adaptan a las circunstancias, donde él deberá adaptarse a todo lo que no ha tenido hasta el momento.
Ahora Norteño, bautizado como Kaiser, se encuentra mejor. Apenas queda nada de aquel gato en malas condiciones, herido, salvo su mirada de sabiduría, de abuelo, del que ya quiere dejar de librar batallas por sobrevivir y quedarse al calor de un hogar.
Desde finales de julio Dulce ahora MIMA, goza de una estabilidad, de una manada que la ha recibido con las patas abiertas, de unas mamis que la quieren con locura y que jamás dejarán ni permitirán que le ocurra nada malo.