Hace unos meses conocimos a Jaime en uno de nuestros stands. Recordamos ahora cómo entonces nos preguntó en qué consistía ser casa de acogida.
A los días de aquel encuentro nos escribió un email y le hablamos de POLO, de su situación en la perrera de Buenavista y de la necesidad que se tratase de la filaria que padecía.
Comprometidos, tanto él como Rosi, vinieron a conocerlo y ver como Laya, su perra, adoptada en Valle Colino siendo un cachorro, interactuaba con él. Todo fue perfecto.
En ese mismo momento, sin saberlo Polo estaba empezando su segunda oportunidad, su nueva vida.
Nos alegra sobremanera este final feliz para este peludo especial. Con carácter, pero cariñoso y obediente, que poco a poco se ha acostumbrado a ciertas disciplinas.
Él sin duda, como muchos otros, merece un hogar responsable y desde hoy lo ha conseguido y no podía ser mejor.
Gracias a todos por compartirlo, por difundir y a su familia sobre todo, por creer en él.[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]