Como ya se sabe, los gatos son peludos muy sensibles a los cambios en su entorno y por tal motivo pueden manifestar estrés.
A pesar de que los gatos son, desde un punto de vista biológico, animales solitarios y territoriales, cualquier cambio que afecte a su entorno, una mudanza, obras en la casa, la llegada de un bebe, un perro u otro gato, son algunas de las situaciones más comunes en que un minino puede manifestar estrés.
Ellos no pueden comunicarnos verbalmente cómo se sienten, sin embargo, los cambios en sus comportamientos pueden indicarnos de que algo ocurre y lo manifiestan de formas muy diferentes en función del animal y unas son más fáciles de reconocer que otras.
Las posibles manifestaciones de estrés en los gatos pueden ser:
- Disminución de la actividad general
- Disminución del apetito
- Disminución del juego
- Aumento o disminución de su acicalamiento.
- Aumento de la agresividad.
- Aumento de sus maullidos.
- Marcaje con orina.
Para disminuir esta conducta, hay unas recomendaciones generales que pueden ser de utilidad y bienestar para el minino, tales como:
- Permitir el acceso al gato a zonas elevadas y lugares donde pueda esconderse.
- Promover el juego.
- Esconder comida para dar lugar a la conducta exploratorio del gato.
- Evitar cambios en el entorno.
- Eliminar cualquier forma de castigo.
- No forzar la interacción con el gato.
- En relación a la alimentación, es preferible que el gato tenga alimento seco a su libre disposicón.
La mayoría de los problemas de comportamiento necesitan tiempo para resolverse y los consejos de los veterinarios han de tenerse en cuenta.
Un gato feliz es vida y hacerlo feliz nuestra obligación.[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]