Con estos finales felices vamos cerrando este año 2014, que nos ha traído muchas satisfacciones.
¿Seguimos cambiando vidas?
Nacho fue entregado en la perrera y desde que supimos su caso nos preocupaba muchísimo porque, lo estaba pasando realmente mal.
Y ahí empezó todo, y con nuestros pies acompañados de sus huellas, empezamos un camino, un sendero, en armonía, confraternizando, conociéndose unos a otros, disfrutando de recibir lametazos, de dar caricias.
Damos esta noticia, felices y agradecemos a todas las personas que se han implicado en su vida y nos han hecho llegar su historia y que pudiera convertirse desde hace casi dos años en un peludo sospeluder@, ahora FELIZMENTE ADOPTADO!!!!
Sé feliz al otro lado, salta, revuélcate en la tierra, degusta tus manjares, no hay dolor y desde allí, sigue velando por los que todavía creen que gracias a seres como tú, aprendemos todos los días.
Parece que estuvieras en esa familia toda la vida y aunque en parte es así, ciertos cambios se producirán, pero sabemos que tu adaptabilidad y el amor que te profesan, irán de la mano y no habrá problemas.
Su aspecto, en un estado de abandono total, con rastas, nos lo puso muy fácil para bautizarlo. No podía ser de otra manera: RASTI.
Nadie reclamó su ausencia, la familia que la tenía parecía no echarla en falta. Esto afianzó nuestra teoría y pasados los días estipulados según establece la ley, iniciamos su difusión.
Se cierra un ciclo que nos llena de paz, de tranquilidad, de saber que mirar para otro lado no es la solución e implicarse es la opción.
Gracias familia por haber salvado otra vida nuevamente.
Ocurrieron muchas cosas desde entonces hasta hoy, pero lo más importante fue todo lo que ella cargaba a sus espaldas y tratamos de aliviar.