Las recaídas fueron muchas, tiempo en el que supuestamente nos preparábamos para este desenlace, pero una nunca lo estás para despedidas de esta índole. Hacernos a la idea de que la presencia de un ser al que amas, dejará de acompañarte nos resulta un harto difícil.
No importan las barreras, los problemas, el ser «diferente» para algunos, porque a pesar de ser sordomudos, hay idiomas, lenguajes que no son necesarios entender. Los de una mirada, los del alma.