En estas dos últimas semanas dos peludos han encontrado sus segundas y, esperemos, definitivas oportunidades.
Yogui, ahora Romeo, encontró a Tina y Giorgio y ahora es feliz.
Un peludo de menos de 7 kilos, abandonado junto a su madre y sus hermanos recién nacido y que posteriormente fue entregado por quien en su día le dio otra oportunidad, pero a la vista, nada responsable.
Ya se ha adaptado perfectamente a su nueva familia y es que con cariño y paciencia, todo es fácil.
Gracias Giorgio, Tina, su casa de acogida y sus ángeles de la guarda porque entre todos se ha conseguido lo que nunca debió faltarle: un hogar.
Marron, es otra historia pero con mismo denominador común: el abandono.
Procedente de la perrera de Buenavista del Norte, donde apareció hace poco más de un año, no sabemos nada de su pasado, tan sólo de su estado. Llegó lleno de pulgas, garrapatas y su pelo todo lleno de nudos.
[/fusion_builder_column][fusion_builder_column type=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»no» center_content=»no» min_height=»none»]Su mirada y su aspecto exótico pronto camelaron al voluntariado de la perrera, aunque su carácter especial y mandón siempre fue la nota discordante.
Ahora es feliz y hace felices a las personas que han apostado por él: Daniel y su pareja.
Ha dejado un jaulón atrás y su casa de acogida le ha enseñado ciertas cosas que han hecho más fácil la adaptación de este peludo a su nueva oportunidad.
Está claro que todos somos una gran cadena y únicamente JUNTOS, es la manera de CAMBIAR VIDAS![/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]