Dos de cada diez de los animales que están en los albergues, protectoras o asociaciones han sido llevados allí por sus propietarios pero, por desgracia, también se puede ver la triste estampa de perros y gatos abandonados que vagan asustados y desvalidos por la calle o la carretera a merced de todos los peligros que esto conlleva. Estos animales necesitan de nuestra ayuda y debemos saber cómo ofrecérsela.
El abandono supone para el perro o gato uno de los peores traumas que puede atravesar en su vida. Un animal abandonado se encuentra desorientado, asustado, nervioso, y es posible que esté sediento y hambriento. Depende de alguna persona que le ayude, por lo que hay que ser solidario y tenderle una mano, sobre todo si está desprotegido y puede ser atropellado o causar un accidente grave. Es importante concienciarse de que estos animales pueden tener la oportunidad de ser adoptados y encontrar un nuevo hogar.
¿Qué hacer si me encuentro a un perro abandonado o perdido?
Más de 60% de los animales que están en las sociedades protectoras de animales han sido encontrados o recogidos de la calle y 4 de cada 10 son llevados a las protectoras por personas que los encuentran. Hay que tener en cuenta que un perro abandonado o perdido tiene miedo y se siente desprotegido, así que si se acerca un desconocido es posible que huya de él o actúe con cierta agresividad.
Cómo acercarse al perro
Para acercarse a un perro y ganarse su confianza es muy importante guardar las distancias. No te acerques a él a la primera de cambio, mantén cierta distancia y, a ser posible, quédate quieto y tranquilo. Mantén contacto visual siempre con él y llámalo o atrae su atención con algo de comida o agua. A través del tono de voz, el perro sabrá si nuestras intenciones son buenas e intuirá que no le vamos a hacer daño.
¿Cuándo acercarse al perro?
Si el perro se relaja, mueve la cola, agacha la cabeza y las orejas y nos olisquea, entonces es el momento propicio para acercarse a él. Un perro vagabundo no tiene por qué ser agresivo, pero hay que acercarse con precaución y observar su actitud frente a nuestra presencia.
Si está tranquilo y se muestra sumiso, es un buen momento para aproximarse y acariciarle. Hay que hacerlo con la mano extendida, con la palma hacia arriba, y agacharse para estar a la misma altura del perro. Es recomendable evitar los movimientos bruscos, correr tras él o gritarle, porque se asustará.
Cuando se gana la confianza del perro
Cuando se consigue coger al perro, hay que llevarlo a la clínica veterinaria más cercana, para que comprueben de manera gratuita si tiene microchip. Si es así, es posible que el perro se haya perdido y sus dueños lo estén buscando. De esta manera, se averiguan los datos de los dueños y el animal puede volver a casa.
En caso de no estar identificado con microchip, en la propia clínica, pueden avisar a un albergue que pueda acoger al perro en sus instalaciones, hasta que pueda ser adoptado. También se puede llamar al 112 o la policía local de la zona, para ver si tienen un convenio de colaboración con algún albergue y que sean ellos los que se encarguen. Hay ayuntamientos en los que estos convenios brillan por su ausencia y en esos casos debemos contar que tal vez nos tengamos que quedarnos con él unos días, y con la ayuda de amigos o colaboradores difundir por los medios que la tecnología ha puesto a nuestro alcance, ver si a pesar de no tener chip, el dueño es sensato y lo sigue buscando y en caso contrario, tratarle de buscar un hogar.
Lo que jamás debemos hacer es llevar un perro a una perrera municipal, pues allí entra en un corredor de la muerte, donde si respetan los protocolos, tiene sólo 21 días más de vida.
Me quedo con el perro
Es posible tomar la decisión de quedarse con el perro. En este caso, es recomendable llevarle al veterinario para que le haga un chequeo. Si es un cachorro hay que vacunarlo y, hasta entonces, no hay que bañarlo.
Si es un perro adulto (a partir del año de edad), se puede intentar darle un baño antes de llevarle al veterinario para comenzar con el plan de vacunación o desparasitación. Si el perro no está identificado, también hay que ponerle el microchip.
En cuanto a la alimentación, hay que ofrecerle un pienso canino, recomendado por el veterinario según su edad, tamaño y nivel de actividad. Siempre debe tener a su disposición agua limpia y fresca. Además de pasear y dedicarle tiempo, hay que ofrecerle mucho cariño y paciencia, porque no hay que olvidar que el perro ha sufrido una experiencia muy traumática. Es posible que al principio le cueste estar solo y tarde en adaptarse a la nueva situación, pero hay que darle tiempo y ponerse en su lugar.
Hay que tener en cuenta que el abandono de animales es ilegal, así que en caso de ser testigo de esta situación, hay que denunciar a los autores. Se puede llamar al teléfono gratuito del Servicio de protección de la Naturaleza (SEPRONA) 062.
Consejos
• Implicarse para ayudar a un perro abandonado, aunque sea con el aviso a un albergue o centro de recogida de animales.
• Para acercarse al perro, que está asustado y desorientado, hacerlo sin hacer movimientos bruscos y con un tono de voz amigable y suave.
• Procurar llevar al perro a una clínica veterinaria donde puedan comprobar si tiene microchip para poder localizar a sus dueños, en caso de que el perro se haya extraviado.
• Si es nuestro perro el que ha desaparecido, denunciar la situación en la comisaría más cercana.
• Si se toma la decisión de quedarse con el perro, porque está abandonado y no tiene microchip, ni se localiza a su dueño, llevarle al veterinario para realizar un chequeo.
Si nuestro perro ha desaparecido
Si estamos en la situación contraria, es decir si nuestro perro ha desaparecido o sospechamos que lo han robado, es recomendable denunciar en comisaría el extravío del animal. Por desgracia, hay quien encuentra en el robo y venta de perros de ciertas razas un modo de obtener dinero fácil. Explotan a los perros a través de su reproducción, para luego vender a los cachorros. De hecho, hay bandas organizadas que se dedican a la sustracción de animales.
Incluso, hay casos de robos de perros con el fin de utilizarlos en el negocio ilegal y cruel de las peleas de perros. Por todo ello, es imprescindible presentar denuncia cuando desaparece el animal. También están en la obligación de denunciar el robo del animal, quienes presencian los hechos o tienen conocimiento de lo ocurrido con el perro. La denuncia se puede presentar ante cualquier cuerpo policial, tanto nacional, como autonómico.