Las recaídas fueron muchas, tiempo en el que supuestamente nos preparábamos para este desenlace, pero una nunca lo estás para despedidas de esta índole. Hacernos a la idea de que la presencia de un ser al que amas, dejará de acompañarte nos resulta un harto difícil.
En un post anterior os informábamos de como esta podenco llegó a nosotros. Un periplo nada fácil pero que con la ayuda de muchos de vosotros ha quedado en el recuerdo. Tras estabilizarla de sus picos de dolor y fiebre y estar con las fuerzas suficientes para afrontar una intervención, mientras se trata su debilidad …